Por Rafael Motta
Para que una web funcione en Internet tiene que sumar muchos factores. Pero uno se impone por encima del resto, y es la estética. Puede parecer una afirmación simplista, pero mi experiencia con el tema es larga y muchos colegas de profesión no quieren entrar.
¿Cómo rayos vamos a posicionar una web fea? Pues yo os lo diré, no se puede. Y ojo que hay excepciones, sobre todo en webs para hombres. Cuando yo hablo de feas, intento ir un paso más allá. Me refiero a que no piensan a quien van dirigidas. Por ejemplo, ¿La web de un hotel a quien ya dirigida? Dejad que Google Analytics os conteste, a mujeres. Y no es por ser machista, es un dato que son las mujeres las que mandan a la hora de escoger este tipo de cosas. Entonces, ¿por qué seguimos haciéndolas estéticamente orientadas para los hombres?
Si queremos obtener resultados en Google, debemos encontrar la belleza que busca nuestros clientes. Sin ella, todas las acciones SEO o de márquetin Online no sirven de nada. A ver ¿Quién os compra vuestro producto?, ¿cómo es la persona que entra a vuestra tienda? Hemos de darle lo que quiere, en el formato que precisa. Otro ejemplo, ¿pensáis que los hombres son todos iguales? ¿Qué no tenemos distinción en base a nuestro poder adquisitivo, edad y profesión?
Sin duda es un tema a reflexionar y últimamente he tenido que rechazar varios proyectos SEO porque, precisamente la estética era deficiente. Fue lo más acertado, ya que el cliente se empeñaba que su web era perfecta a nivel estético y que con un poco de SEO estaría en los primeros puestos de Google. Mis colegas de profesión no suelen entrar en dichos debates para no perder al clientes; pero a la larga, cuando traen visitas a la web y no compran el producto… mmm… vaya… es hora de salir corriendo. Por ello, antes de aceptar un proyecto SEO, busco a un cliente potencial y le pregunto, ¿tu comprarías aquí? Si la respuesta es un NO rotundo, les recomiendo hacer cambios y si no me hacen caso, prefiero perderles como clientes.
De hecho, empieza a haber un grupo de empresarios omniscientes que no admiten discusión y sólo quieren resultados. Yo también quiero resultados, amo los resultados, hasta me voy al cine con los resultados. Con lo que no comulgo es con empresarios que no escuchan y luego te achacan de que no somos capaces de levantar algo. Pues lo lamento, SEO si, el “Milagroso Jack” no.
Ahora en serio, hacer bien las cosas. No hagáis las webs que os gustan, sino las webs que les gustan a vuestros clientes. No os penséis el centro del mundo y contrastar opiniones. Si no, cuando llevéis vuestra web al SEO de turno y acepte el trabajo, estaréis perdiendo el tiempo y el dinero.